La Sociedad Española de Ortodoncia aconseja una primera revisión de ortodoncia a partir de los siete años de edad. Por ello, los niños deben acudir al ortodoncista desde edades tempranas. En estas edades tan tempranas existe un pequeño número de maloclusiones que deben ser solucionadas de una forma rápida y sencilla. A estos tratamientos se les denomina ortodoncia interceptiva ya que como su palabra indica se debe interceptar un problema y solucionarlo para que no se desarrolle.
Los huesos de la estructura bucodental se desarrollan durante los primeros años de vida. Así, si el pequeño sufre algún tipo de deformidad en su paladar, huesos maxilares, sus caninos no tienen espacio o no ha tenido el suficiente desarrollo óseo, se podrá corregir fácilmente.
De la misma manera que llevamos a nuestros hijos a diferentes especialistas como por ejemplo oculistas, otorrinos… también es necesario acudir con tu hijo al dentista y al ortodoncista. Éstos te informaran como está la salud de la boca de tu hijo y si existen maloclusiones incipientes.
Muchas veces realizando una primera fase de ortodoncia podemos evitar un tratamiento mucho más complejo en la adolescencia.
¿Qué beneficios aporta la ortodoncia en dos fases?
Las maloclusiones más frecuentes que nos encontramos en estas edades son.
- Erupciones ectópicas de molares. Las muelas de los 6 años en vez de salir en su sitio lo hacen encima de dientes primarios y muchas veces no consiguen erupcionar por completo.
- Mordidas cruzadas unilaterales. El niño para morder desvía la boca a uno de los lados.
- Compresiones esqueléticas del maxilar. En estos casos hay que hacer más anchas las bases óseas. En edades tempranas es muy sencillo, pero a partir de los 15 años se complica.
- Falta de espacio para la erupción de los incisivos. Con frecuencia esto nos obliga a hacer extracción seriada, donde tenemos que sacrificar algunos dientes de leche para que erupcionen los definitivos.
El beneficio fundamental de abordar a tiempo el desarrollo bucodental de los niños es la corrección de problemas durante la etapa de desarrollo donde los huesos tienen una maleabilidad óptima.
La segunda fase de ortodoncia se suele iniciar alrededor de los 10-12
En muchas ocasiones esta segunda fase puede ser evitada. Con frecuencia cuando los problemas funcionales severos se solucionan en edades tempranas, los pacientes a los 12 años o no presentan problemas o son maloclusiones puramente estéticas cuya solución es sencilla y rápida.
Desde Lorente Ortodoncia queremos destacar la importancia de que los niños visiten al dentista y acudan al ortodoncista antes de cumplir los 7 años. Si tu pequeño no ha tenido aún su primera revisión, nuestros expertos en ortodoncia infantil pueden comprobar el estado del desarrollo de su boca. Consúltanos.