Los dientes tienden a moverse toda la vida. Nos encantaría deciros lo contrario, pero eso sería mentir. Aún una vez alineados no se quedan fijos, a no ser que nos preocupemos de que estos no se muevan o lo hagan lo menos posible. Para solucionar este inconveniente, existen los retenedores dentales.
Un retenedor es un aditamento personalizado fijo o removible hecho de plástico o metal, que se suele utilizar tras la finalización del tratamiento de ortodoncia para mantener los dientes en su posición correcta.
En Lorente Ortodoncia tenemos muy en cuenta las características de cada paciente antes de escoger qué tipo de retenedor colocar en su sonrisa.
Retenedores fijos
Los retenedores fijos constan de un arco lingual de metal que se cementa en la cara interna de los dientes, normalmente de canino a canino.
Su principal ventaja es que el paciente no tiene que preocuparse ni recordar que debe ponérselos a diario, permanecen fijos y estables. Se colocan en una sola sesión y su durabilidad es muy larga si se acude a las revisiones pautadas por el ortodoncista. Por ello, si se cuidan debidamente pueden permanecer muchos años sin necesidad de renovación.
El funcionamiento del retenedor es sencillo. El grosor del arco ejerce la fuerza suficiente sobre los dientes para frenar su movimiento y evitar su desplazamiento.
Todos los pacientes quieren el máximo de retención, siendo la retención fija la elección general, ya que el hecho de no tener que recordar el ponerse a diario el retenedor removible lo hace la elección ideal.
En la arcada inferior se cementa siempre sin ningún problema independientemente de la mordida del paciente. Sin embargo, no ocurre lo mismo en la arcada maxilar. Al contrario que en la arcada mandibular, en la arcada maxilar el retenedor fijo no siempre se puede cementar. Esto puede deberse a que no existe resalte, es decir, un espacio entre los dientes superiores e inferiores para pegarlo correctamente. En este caso el simple golpeteo de los incisivos inferiores sobre el retenedor superior acabaría provocando que se despegara constantemente.
Retenedor fijo intracoronario
Hay situaciones en las que el paciente sufre alguna enfermedad periodontal que le provoca una gran movilidad dental. Ante esta circunstancia, en Lorente Ortodoncia, optamos por utilizar un retenedor fijo intracoronario.
El retenedor intracoronario es un arco que va pegado en un riel muy fino, elaborado previamente sobre la cara interior o lingual de los dientes incisivos y caninos. Este retenedor tiene la ventaja de que proporciona al paciente seguridad a la hora de comer, ya que sirve para evitar el desplazamiento dental, pero también aporta estabilidad.
Retenedores removibles
En Lorente Ortodoncia contamos con dos tipos de retenedores removibles:
- Férula de retención. Este tipo de retenedor consiste en una férula que replica el tamaño, disposición y forma de los dientes y que debe colocarse cada noche.
- Retenedor de Hawley. Consiste en un retenedor formado por un arco exterior y unos ganchos que se colocan en los molares. La principal diferencia con las férulas de retención es que éste cubre parte del paladar con un material acrílico.
En nuestra clínica podremos valorar tu sonrisa para determinar el tipo de retenedor ideal para tu caso. De forma general, recomendamos la colocación de un retenedor fijo en los dientes inferiores y un retenedor removible tipo férula de retención tanto en los dientes superiores como en los inferiores.
Si tienes algún problema con tu retenedor o si estás buscando un tratamiento de ortodoncia, nuestros ortodoncistas te atenderán en Lorente Ortodoncia, clínica situada en Paseo Constitución 29 en Zaragoza . ¡Pide cita y visítanos! Te esperamos.